Las nenas contaron lo que sufrieron luego de que el hombre fuera excluido del hogar por ejercer violencia.
Después de años de soportar en silencio lo que sufrieron a manos de su padre, dos hermanas se animaron a contar que él las había abusado cuando su madre no estaba en la casa. La mayor de las víctimas, quien hoy tiene 16 años, fue ultrajada una vez y la otra nena, quien actualmente tiene 11, fue abusada en reiteradas ocasiones desde que tenía ocho. Luego de meses de averiguaciones, el hombre fue imputado y enviado al Penal, en principio, por los siguientes tres meses.
Está acusado de “Abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ascendiente y en perjuicio de un menor de edad utilizando la situación de convivencia preexistente”, “Abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por un ascendiente y contra un menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia con el mismo” y “Corrupción de menores agravada por ser cometida por el ascendiente y la víctima ser menor de 13 años” todo en calidad de autor.
El hombre de 28 años fue denunciado el 27 de diciembre pasado, señaló la fiscal instructora Daniela Torres.
Exactamente una semana antes, las víctimas, después de tantos años, se animaron a hablar sobre lo que habían sufrido con su padre. La primera persona a la que le revelaron el calvario fue a su hermano.
Las chicas se hicieron de coraje en hablar porque hacía ya casi cuatro meses que el sospechoso ya no vivía con ellas, sus otros tres hermanos y su madre.
Por orden de un Juzgado de Familia de Villa Mercedes, el hombre había sido excluido del domicilio a causa de la violencia que ejercía no solo contra quien ahora es su expareja, sino también contra sus hijos.
De acuerdo a los estudios psicológicos hechos a las víctimas, se les hace muy difícil reconocer una figura adulta puesto que, según contaron, el imputado las tenía sometidas a ellas y a su madre, a quien denigraba.
“Había mucho sometimiento de parte de él. Rompía las cosas de la casa, les decía que se las iba a arreglar y cuando ellas las necesitaban les decía que no las iba a arreglar”, detalló la fiscal. En sus relatos, las nenas recordaron que una vez tuvieron que ir hasta lo de una amiga que vive a la vuelta de su domicilio, a las dos de la madrugada, para bañarse porque su padre les había roto el termotanque.
Narraron que los abusos siempre sucedían cuando su madre no estaba en la casa, sino en su trabajo. En el caso de la víctima que hoy tiene 11 años, fue ultrajada durante tres años; en el de su hermana mayor, sucedió cuando tenía 13 años.
Torres indicó que entre las pruebas reunidas están lo que las chicas relataron en la Cámara Gesell y los informes de los especialistas que las entrevistaron.
