Thomsen pidió hablar: “Jamás se me hubiera ocurrido matar a alguien”

Thomsen pidió hablar: “Jamás se me hubiera ocurrido matar a alguien”

En el final de la audiencia del martes, y sorpresivamente, Máximo Thomsen pidió declarar. Lo hizo luego de escuchar el testimonio de su madre, Rosalía Zárate, momento en el que el principal acusado de matar a Fernando Báez Sosa rompió en llanto. “Quiero pedir disculpas, jamas se me hubiese ocurrido matar a alguien. “Escuche cosas sobre mí,, cosas que no reconocía. Hablaban con tanto odio que me hacían doler muchísimo. No puedo más. No puedo seguir sobrellevando esto, cada día es peor”, dijo.

El relato de Thomsen

El joven de 23 años, que jugó al rugby en Náutico Zárate y hasta pasó por el CASI, comenzó el relato de su versión de lo sucedido el 18 de enero del 2020 en el boliche Le Brique y, luego , en la calle. “Ese dia nos levantamos a la una de la tarde, la noche anterior no habíamos podido salir. Nos habíamos levantado para ir a divertirnos por todo lo que nos habíamos esforzado”, comenzó.

Después siguió: “Fuimos a la playa con dos heladeras con bebidas, nos pusimos a tomar. Cuando se estaba haciendo de noche ya estábamos medio mamados. Llegamos a la casa, compramos 10 entradas para el boliche, comimos y nos fuimos”.

Ya en Le Brique, Thomsen cuenta que fue directamente “a la barra para cambiar las consumiciones Había tanta gente que de repente escucho ‘basta de empujar por favor’. Alguien me responde que estamos en la misma, no nos podemos mover. Un amigo me toca la espalda y vi que tenía un chichón. Ahí, uno de seguridad lo estaba sacando y después me saca a mí con una llave en el cuello”.

Luego prosiguió su monólogo: “Cuando me voy por el pasillo siento que me pegan dos piñas. Afuera vi donde estaba sentados los chicos, miro para la derecha, veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida Veo eso y dije que se iban a pelear. Apenas me meto para sacarlo me pegan una piña en la cara, y reaccioné pegando patadas. Jamás en la vida lo hice con la intención de matar a alguien”.

Luego aclaró su versión sobre ese momento: “Era una ronda y un amigo me tocó y me dijo basta. Y ahí vi que ya nadie estaba golpeando, me di la vuelta para ver que venían mis amigos y me fui”. Respecto de la decisión de luego ir a comer al McDonald’s, comentó: “Cuando llegué a casa me puse ropa cómoda porque tenía la camisa rota, cuando llegaron los demás empezaron a comentar de la pelea. A lo último llega otro y dijo ‘che, creo que terminó mal’ y yo digo ‘no, ¿cómo? Como justo nuestra pelea va a ser si fueron solo segundos“.

“Algunos de los chicos me dicen de ir a comer y fui a Mc Donald’s con Lucas (Pertossi). Volví y me fui a dormir porque para mí había sido una pelea de un abrir y cerrar de ojos”, cerró sobre el hecho en sí.

Ya al final del relato, Thomsen aclaró que iba a contestar respuestas apuntadas a él pero no respecto de sus amigos. A ninguno nombró con nombre y apellido. De hecho, los fiscales comenzaron a mostrarle videos y a preguntarle quién aparecía en las imágenes y prefirió no contestar.

Pero sí alcanzó a decirle al Tribunal: “No sé si le pegué a Fernando, no recuerdo a quién le pegué ni cómo, en el momento estaba en shock”.

Cuando llegó el momento de las preguntas de los abogados de la querella, Thomsen aclaró que no les iba a contestar. En ese momento, Fernando Burlando comenzó su interrogatorio, tras lo cual Thomsen continuó con su negativa. Finalmente, la jueza María Claudia Castro, quien encabeza el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, que juzga a los rugbiers, le dijo “usted esta en su derecho de no continuar su declaracion”. En ese momento, Thomsen volvió a su lugar. Un rato más tarde, a las 18.30, terminó la audiencia.