Tras una suspensión momentánea de su participación en el G-20 esta semana por una gastritis erosiva, en la mañana de este miércoles el presidente Alberto Fernández dio más detalles sobre lo que le ocurrió con su salud en Bali, Indonesia, y dijo que se “asustó” por la situación, ya que por el sangrado que tenía le bajó la presión. “Los médicos me pidieron que por favor pare un poco”, contó el jefe de Estado.
En viaje al aeropuerto tras su reunión con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, Fernández agradeció los llamados que le hicieron para preguntarle cómo estaba y reveló que la vicepresidenta Cristina Kirchner se comunicó con él “preocupada” por su descompensación.
“Me asusté yo. Les agradezco la preocupación que tuvieron. Fue un mal momento. Tuve un problema estomacal que arrastro de hace muchos años, pero nunca se había manifestado en esa forma, de que el estómago sangre”, manifestó Fernández en Radio 10.
Dijo, entonces, que eso le hizo “bajar la presión muchísimo” y que lo obligó a realizarse un estudio en el estómago allá en Bali para verificar si el sangrado había parado.
“Fue un mal momento que además me restringe la agenda que tenía, porque el estrés y los nervios tienen mucho que ver y los médicos me pidieron que por favor pare un poco, entonces acoté todo lo que pude”, indicó el primer mandatario, que fue reemplazado en algunas actividades de la cumbre por el canciller Santiago Cafiero.
Sin embargo, para llevar calma sobre su salud, Fernández aseguró: “Ya en mi vuelta haremos estudios más cuidadosos, pero la recuperación rápida es un dato tranquilizador, que lo pudimos hacer ver rápidamente”.
Después, el mandatario ponderó la comunicación de la vicepresidenta, con quien la relación atraviesa fricciones constantes. “Ayer Cristina me llamó preocupada por la salud, cosa que agradezco y valoro mucho”, dijo Fernández en cuanto a la dirigente del Frente de Todos que mañana será la única oradora en el estadio de La Plata, donde La Cámpora organiza una celebración por los 50 años del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 17 años de exilio.
En una entrevista a principios de este mes, el jefe de Estado entró en severas dudas al momento de responder si dialogaba con su vice. “Eh, yo creo que estoy… Cuando tengo que hablar con Cristina hablo, no tengo ningún problema. No empecemos con cuándo hablé, de qué hable. No tiene sentido”, se limitó a decir ese domingo 6 de noviembre en Radio Futuröck.
Mientras, en el último parte médico emitido por la medianoche en la Argentina y firmado por el doctor especialista en Clínica Médica Federico Saavedra, que es director de la Unidad Médica Presidencial, se informó que Fernández evolucionaba favorablemente y que había retomado su cronograma de actividades “bajo el debido control” de los profesionales.
En la previa del viaje que lo traerá de regreso a la Argentina, Fernández evitó dar precisiones sobre el bono para asalariados que le exigen desde el kirchnerismo. “Seguramente nos juntaremos con la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y con Sergio [por el ministro de Economía], y vamos a tomar una decisión. Lo estamos hablando con Sergio en el viaje”, indicó el Presidente, que entre risas deslizó un “estamos avanzando” cuando le repreguntaron al respecto y rápidamente acotó que todavía tiene 30 horas para arribar a Buenos Aires.
Fuente: La Nación