Después de una semana detenido en una comisaría de San Luis, C.E.F. fue trasladado al Servicio Penitenciario de San Luis. El juez de Garantía 4 de San Luis, Marcelo Bustamante Marone, resolvió mantener la imputación en su contra y enviarlo por los siguientes 60 días a la cárcel por abusar de su hijastra y una amiga de la chica, ambas de 15 años; también por amenazar a su expareja y violar una restricción que le impedía acercarse a la mujer.
El magistrado dio por formulados los cargos por “Abuso sexual simple agravado por la condición de convivencia”, en perjuicio de la hijastra, “Abuso sexual con acceso carnal”, con respecto a la otra adolescente, y “Coacción” e “Incumplimiento de una orden judicial”, en perjuicio de C.B., la expareja del imputado y madre de una de las víctimas.
En la audiencia de viernes, antes de la resolución del juez, el fiscal Emmanuel Sastre había solicitado para el acusado una prisión preventiva de 120 días, para tener así tiempo suficiente para reunir las pruebas que aún faltan producir.
Entre los elementos probatorios que todavía restan sumar están los que las menores de edad contarán en Cámara Gesell. La realización de tales audiencias ya fueron ordenadas por el magistrado, solo resta que el personal que coordina esas pericias fije las fechas para los próximos días, aclaró el fiscal Instructor.
Otra de las pruebas pendientes es tomar las declaraciones de algunos testigos que vieron el momento en que C.E.F. fue hasta lo de su expareja, borracho, armado con un cuchillo y acompañado de otros dos hombres, para amenazarla para que retirara la denuncia por abuso en su contra.
También resta peritar el teléfono y una notebook del imputado, así como los celulares de las víctimas. En los aparatos de las adolescentes estarían las conversaciones en las que se relataban lo que les había hecho el padrastro de una de ellas.
Por otro lado, los peritos también analizarán los registros fílmicos que la denunciante y expareja de C.E.F. aportó. Los videos “son de cuando la mujer, su hija y el hombre convivían en el mismo domicilio”.
El defensor Santiago Olivera Aguirre, por su parte, pidió que fuera rechazada la solicitud de prisión preventiva por 120 días y argumentó que un plazo de 30 días es tiempo más que suficiente para producir y recabar las pruebas faltantes.
Entre los elementos probatorios por los que C.E.F. fue imputado están la denuncia de la expareja y madre de una de las chicas abusadas, el padre de la otra adolescente y los informes de la pediatra del Poder Judicial que revisó a las damnificadas.
El examen de la médica estableció que la amiga de la hijastra del acusado, quien había manifestado que fue violada, efectivamente “tenía signos físicos de acceso carnal al momento de la revisión”.
Esa chica había contado que el acusado le había escrito desde el celular de su amiga, haciéndose pasar por su hijastra, para decirle que se reunirían en tal lugar, donde la pasaría a buscar.
Una vez que se encontraron allí, la chica se dio cuenta de que su amiga no estaba ahí, que solo estaba su padrastro. Relató que el hombre le dio de tomar alcohol y la llevó a un festival que se celebró en San Luis en enero. Después la “llevó a un lugar que no recuerda cuál era, cree que era cerca del dique Cruz de Piedra” y que cuando se despertó estaba desnuda junto a C.E.F.
Fuente: EDR
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