El robo de cables es una de las modalidades delictivas que cobró trascendencia en San Luis. Este tipo de episodios son cada vez más frecuentes en diferentes zonas y ahora repercute de forma directa en las fuentes laborales.
Este jueves, fueron los trabajadores de Movistar en la ciudad capital quienes realizaron una asamblea ante la preocupación y la falta de certezas de la compañía. Se declararon además en estado de alerta y movilización.
El conflicto tiene como origen los ilícitos, pero a estos se suma la falta de inversión de la empresa. Tras los robos de cables, estos no son reemplazados y por eso cientos de clientes han optado por dar de baja los servicios.
En San Luis hay 220 empleados que dependen de Movistar. La situación de estos peligra debido a la reducción de usuarios.
“Han desmantelado la empresa. Han dejado pueblos enteros incomunicados. Estamos mal. Hemos tratado de tener diálogo pero nos vienen engañando”, denunció el secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados Telefónicos, Jacinto García.
Explicó que hay clientes que llevan “cuatro meses sin respuesta” cuando sustraen los cables y a eso se suma el agravante de que ya tienen dadas de baja las líneas, pero no lo saben.
“Teníamos casi 79 mil líneas funcionado. Ahora se han dado de baja 70 mil en San Luis y Villa Mercedes está en la misma situación. Incluso fue peor porque antes empezaron con el robo de cables e iban apagando la señal”, advirtió en declaraciones a Radio Universidad.
García comentó que en otras provincias la compañía actúa de forma diferentes y los cables sos reemplazados.
“El cliente se desquita con la persona que lo atienden. Nosotros tenemos que mentir y estamos dando la cara por una empresa que no quiere invertir”, aseveró.
En este escenario, dijo que tienen el respaldo del gremio a nivel nacional para comenzar a implementar paros programados. Estos se llevarán adelante si durante la próxima semana no obtienen una respuesta.
Fuente: El Chorrillero